viernes, 28 de noviembre de 2025

Los mapas del alma; La consagradora de elecciones fieles

 

La consagradora de elecciones fieles

 

No lleva corona. No otorga diplomas. No exige explicaciones. Su tarea es silenciosa pero sagrada: consagrar cada elección que nació desde la vibración profunda del alma.

Ella no pregunta si fue difícil. No mide consecuencias. No revisa resultados. Solo escucha la fidelidad. Si la decisión fue tomada desde la verdad interior, ella la consagra.

 

A veces aparece como una calma inesperada. A veces como una certeza sin palabras. A veces como una emoción que confirma que se eligió bien, aunque nadie lo entienda. Ella no necesita testigos. Solo necesita resonancia.

 

La consagradora guarda cada elección fiel como una estrella en el santuario. No para exhibirla, sino para sostenerla. Porque sabe que esas decisiones son brújulas. Son señales. Son gestos que mantienen vivo el mapa.

 

Y cuando el alma la reconoce, algo se afirma. Algo se limpia. Algo se agradece. Porque saber que una elección fue consagrada, aunque nadie la celebre, es saber que el alma está despierta.

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