jueves, 20 de noviembre de 2025

Los mapas del alma: El desierto de la voluntad dormida

 


El desierto de la voluntad dormida

 

Es vasto. Es seco. Es lento. En el desierto de la voluntad dormida, el alma camina sin dirección, repite sin conciencia, acepta sin vibración. No porque no pueda elegir, sino porque olvidó que puede. Allí, la rutina se convierte en ley, el miedo en brújula, el cansancio en identidad.

 

La voluntad no está muerta. Está dormida. Espera una chispa, una pregunta, una grieta. No necesita fuerza: necesita despertar. Porque elegir no es imponer, es recordar. No es controlar, es vibrar. No es resistir, es encender.

 

En este desierto, los milagros también existen. Pero no se ven desde la inercia. Se revelan cuando el alma tiembla. Cuando algo dentro dice “basta”. Cuando una lágrima cae sin explicación. Cuando una palabra resuena como campana. Entonces, la arena se mueve. El aire cambia. La voluntad se despereza.

 

Y el alma, que parecía perdida, empieza a elegir. No todo. No de golpe. Pero algo. Un gesto. Un silencio. Un sí. Un no. Y ese pequeño acto es un oasis. Es una señal. Es el comienzo del regreso.

 

Porque en el desierto de la voluntad dormida, cada elección es un milagro. Y cada milagro, una brújula.

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