la mirada ante
la inmensidad
de este oleaje,
y de este mar bravío
viviendo entre
luces y sombras.
Y, bajo este
manto ceniciento
de pie sobre una
fría roca
desnuda y
minúscula mujer
un granito de
arena
una Eva Cósmica,
soy
Parada frente a
portentos
como el mar, el
cielo y la naturaleza.
Permito que me
despeine el viento
que me sacuda el
cuerpo
que haga flotar
mi pollera.
Cierro mis ojos
terrenales
sólo para fijar
mis pensamientos
Punzante agonía
en cada fibra
las olas se
balancean como péndulos
como arcos
oscilantes.
El olvido acosa
a mi mente cavilosa
mientras
escudriña y busca.
Mientras espero sin
esperanza
espero ese rayo de sol
anhelo caliente
la piel de mi alma
estática como
estatua espero
en un intento de
quietud.
Espero por un
milagro,
espero sin saber
reconocerlo.
Yo, conocí los milagros
y viví
rodeada de milagros,
hasta que el mal
se cruzó en mi camino,
hasta que la
tracción me golpeó,
me noqueó sin
darme cuenta.
Igual no logro arrancar de mi esencia
esta añoranza
rancia é invasiva
nostalgiosa la
voz ancestral que escucho
murmurándome que
descubra
qué no me rinda...
Siento la verdad
en sus palabras
y no dejo de
añorar lo perdido
pero no tengo
conciencia clara
ni la remota
noción de lo que busco
ni de lo que
debo descubrir
si supiera con
certeza, qué he perdido
¿Habré perdido
el paraíso?
Me subleva no
recordarlo
contiendas
sangrientas entabló conmigo
debo
reencontrarme con mi centro
Debo alcanzar la paz deseada...