sábado, 13 de febrero de 2016

ENAMORARSE..."FELIZ SAN VALENTÍN"


Tú corazón late junto al mío
nuestra sangre fusiona
venas bullendo, temblando
el latir de la vida
fuego
vos simiente
yo copa
ambos sílices demolidos.

Vuelas veloz salvaje cazador
aúlla la presa en gemidos
fluidos vierten de fosfórico brillo
convulsiones de estallidos.

Conquistador insaciable
halcón, abres tu paso implacable
clavándome duro en la tierra

levitándome en el aire.

martes, 9 de febrero de 2016

LAS HORAS




Las Horas en antaño hijas de Cronos
hoy atroces inquisidoras
pasan lentas como un cortejo fúnebre
marcando el orden de la naturaleza
caen pesadas como lápidas
indiferentes pasan por nuestras vidas
todo se paraliza sembrándose de inciertos
de silencios que atenazan la garganta

Estamos vivos y sin embargo inertes
esclavizados de miedos e indecisiones
trampas que nos tejió el destino
mientras los minutos desfilan veloces inexorables
los segundos juegan con la vida

Relojes pulsando con precisión
licuando la esperanza de ser o de estar
de decidir o no, como parar o continuar
cadenas invisibles atándonos a sus manecillas
impiadoso imparable no cesa su tic-tac
de desesperanza, de desencuentro de querer

Decidir ser actores o espectadores
de este festín monstruoso de la vida
relojes facetados marcando florecimiento y muerte
en un compás armónico sin fin

Sin darme cuenta con ese tic-tac rotundo
te arrastro a la locura
amor atrapado entre dos mundos
el tiempo cronometrando todo
indolente abúlico quizás divertido
viéndonos materia en movimiento
una magnitud física midiendo la duración o el cambio

Tensor entre el pasado, presente y el utópico futuro
si al menos en esta letanía mis lágrimas sirvieran,
estas lágrimas que manan en este instante de confesión,
místico si sólo alcanzaran a mitigar con su sal tanto padecimiento
cauterizar heridas o sanarlas

Si una sola palabra lograra tal milagro
pero no esta en mí y tampoco en vos
somos prisioneros de nuestro infierno íntimo
allí nacieron estas horas apocalípticas

Juego al ajedrez con la vida, con un tiempo que no es mío
piel blanca de un peón; sin estrategia, ni armas
peón solitario, protegiendo este templo destemplado
me enfrento a la reina de las tinieblas, al tablero, apenas le quedan cuadrados por teñir de negro
desconozco la última jugada, aunque siempre esté en jaque.

Jaque mate ahondando la tristeza
enterrándola más en lo profundo de mí ser
que día a día me va matando a crédito
morir desaparecer de la faz de la tierra
una idea grata en la que me sumerjo por ser y no
por existir y no, en una ambivalencia demencial
sin orden sin axiomas lógicos o ilógicos