La historia de Angie - Oremos por que se recupere
Que la historia de Angie no sea olvido ni repetición.
Que cada bala perdida se transforme en conciencia. Que cada familia herida
encuentre consuelo. Y que cada Navidad vuelva a ser abrazo, nunca disparo.
Hoy no pensaba escribir. Solo quería
pasar una Navidad tranquila en casa. Recordando la bella Nochebuena. Los pocos
que éramos y la verdad no se trata de cantidad de gente sino de calidad.
Así que comí frugalmente, disfruté
de la pileta y dormí una siesta. Un día, perfecto de festejo y descanso. Me desperté
con la intención de tomar unos mates, tuve la idea de prender el televisor y ahí
me enteré
La historia de Angie. La Nochebuena
había llegado con calor y risas y todavía había que esperar la llegada de la Navidad.
La casa estaba llena: abuelos, tíos, primos, los niños corrían preguntando por
Papá Noel, la música sonaba, la pelopincho era refugio.
Angie jugaba a la
escondida, su tía la rubia reunió a los pequeños: “Vamos a ver si hay fuegos
artificiales”. Nada hacía prever una tragedia o algo malo.
Adentro, los adultos
escondían regalos, preparando la sorpresa de medianoche. De pronto, un grito
rasgó la fiesta.
“¡Me quema!”, dijo
Angie.
No cayó, pero sangraba. Le
mojaron la cabeza, nadie entendía nada, menos de donde salía tanta sangre. El
padre y la madre la alzaron, la subieron al auto, junto con sus hermanos y
corrieron al hospital.
Respirador, estado crítico,
bala incrustada en el cráneo fue el informe médico. El proyectil no salió. Un casquillo de nueve
milímetros
encontrado en la calle
donde jugaban los niños.
Policía científica intentando encontrar cual fue la trayectoria del proyectil y rezan por encontrar al irresponsable tirador y potencial asesino. A medianoche de uno de los días mas festivos del año, donde los niños inocentes esperan que llegue Papa Noel, pasan cosas como esto arruinando la paz de toda una familia.
La bala perdida tenía
nombre: Angie. La fiesta se quebró, y el milagro ahora queda en manos de Dios.
Advertencia a los que
tienen armas:
Prohibido disparar por
diversión.
Prohibido disparar al
aire.
Prohibido disparar sin
conciencia.
El arma no es juguete,
es sentencia de muerte.
Sólo quien se defiende
sabe que dispara para
matar.
Y si no puede cargar con
esa verdad,
que no tenga armas.
La fiesta se celebra con
abrazos,
no con balas.
Basta de tirar al aire
estudien todo lo que sube baja
este efecto se llama GRAVEDAD
piensen y dejen de destrozar familias

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