jueves, 25 de diciembre de 2025

DENUNCIA: NO A LAS ARMAS

 


La historia de Angie - Oremos por que se recupere


Que la historia de Angie no sea olvido ni repetición. Que cada bala perdida se transforme en conciencia. Que cada familia herida encuentre consuelo. Y que cada Navidad vuelva a ser abrazo, nunca disparo.

 

Hoy no pensaba escribir. Solo quería pasar una Navidad tranquila en casa. Recordando la bella Nochebuena. Los pocos que éramos y la verdad no se trata de cantidad de gente sino de calidad.

 

Así que comí frugalmente, disfruté de la pileta y dormí una siesta. Un día, perfecto de festejo y descanso. Me desperté con la intención de tomar unos mates, tuve la idea de prender el televisor y ahí me enteré

 

La historia de Angie. La Nochebuena había llegado con calor y risas y todavía había que esperar la llegada de la Navidad. La casa estaba llena: abuelos, tíos, primos, los niños corrían preguntando por Papá Noel, la música sonaba, la pelopincho era refugio.

 

Angie jugaba a la escondida, su tía la rubia reunió a los pequeños: “Vamos a ver si hay fuegos artificiales”. Nada hacía prever una tragedia o algo malo.

 

Adentro, los adultos escondían regalos, preparando la sorpresa de medianoche. De pronto, un grito rasgó la fiesta.

 

“¡Me quema!”, dijo Angie.

 

No cayó, pero sangraba. Le mojaron la cabeza, nadie entendía nada, menos de donde salía tanta sangre. El padre y la madre la alzaron, la subieron al auto, junto con sus hermanos y corrieron al hospital.

 

 

Respirador, estado crítico, bala incrustada en el cráneo fue el informe médico.  El proyectil no salió. Un casquillo de nueve milímetros

encontrado en la calle donde jugaban los niños.

 

Policía científica intentando encontrar cual fue la trayectoria del proyectil y rezan por encontrar al irresponsable tirador y potencial asesino. A medianoche de uno de los días mas festivos del año, donde los niños inocentes esperan que llegue Papa Noel,  pasan cosas como esto arruinando la paz de toda una familia.

 

La bala perdida tenía nombre: Angie. La fiesta se quebró, y el milagro ahora queda en manos de Dios.

 

Advertencia a los que tienen armas:

 

Prohibido disparar por diversión.

Prohibido disparar al aire.

Prohibido disparar sin conciencia.

 

El arma no es juguete,

es sentencia de muerte.

 

Sólo quien se defiende

sabe que dispara para matar.

Y si no puede cargar con esa verdad,

que no tenga armas.

 

La fiesta se celebra con abrazos,

no con balas. 

Basta de tirar al aire

estudien todo lo que sube baja

este efecto se llama GRAVEDAD

piensen y dejen de destrozar familias


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