lunes, 22 de diciembre de 2025

Concatedral de la Natividad de la Santísima Virgen María, Juneau (Alaska)

 


Concatedral de la Natividad de la Santísima Virgen María, Juneau (Alaska)

 

En la ciudad de Juneau, rodeada de montañas nevadas y mares que nunca se congelan del todo, se alza la Concatedral de la Natividad de la Santísima Virgen María. Es pequeña, casi íntima, pero su voz resuena como un himno en medio del frío.

 



El Umbral del Hielo

Quien entra en la concatedral deja atrás el viento helado y encuentra un refugio cálido. Sus vitrales, modestos pero luminosos, pintan la penumbra con colores que recuerdan auroras boreales. Es un umbral donde la nieve se disuelve en canto.




La Luz que Resiste

 

En Navidad, la comunidad se reúne con pesebres iluminados y villancicos que desafían la oscuridad del invierno. Afuera, la nieve cubre las calles; adentro, la fe florece como fuego que nunca se apaga.

 

El Relato Épico


 

Los constructores del siglo XIX levantaron un templo sencillo, pero firme como el hielo eterno.

 

Los creyentes del siglo XXI lo convirtieron en símbolo de resistencia, donde cada Navidad es un acto de esperanza.

 

La Concatedral de Juneau es más que madera y piedra: es refugio, es canto, es altar de luz en la Última Frontera.

 

En Alaska, la nieve cubre la tierra, pero la Catedral enciende la esperanza.


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