sábado, 6 de diciembre de 2025

Los mapas del alma: El escriba de los pactos no pronunciados


El escriba de los pactos no pronunciados

 

No escribe con tinta.

Escribe con vibración.

Con lo que se dijo sin decir.

Con lo que se prometió sin palabras.

Con lo que se selló con una mirada, un gesto, un silencio.

 

El escriba no necesita testigos.

Él es el testigo.

Y su archivo no está en papel.

Está en el tiempo.

En ese tiempo que no pasa,

porque aún está esperando que algo se cumpla.

 

Anota pactos entre almas que se reconocieron sin hablar.

Entre amigos que se prometieron lealtad sin firmar nada.

Entre amantes que supieron, sin decirlo, que volverían a encontrarse.

Entre madres e hijos que se entendieron antes de nacer.

 

El escriba no juzga si el pacto se cumple o no.

Solo lo consagra.

Porque lo que fue sellado en lo invisible

ya es ley en el mapa.

 

Y cuando el alma lo encuentra,

no lee.

Recuerda.

Y al recordar, el pacto vuelve a vibrar.

Y al vibrar, el mapa se reescribe.

 


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