La vela
del desconocido
Un hombre
solitario encendió una vela en la ventana. No esperaba visitas, solo compañía
de la llama. Pero esa noche, los transeúntes se detuvieron, uno tras otro,
atraídos por la luz. Sin palabras, compartieron silencio y calor. Desde
entonces, cada Navidad alguien enciende una vela para los desconocidos, y nunca
falta quien se acerque.

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