Basílica de San Francisco (Salta)
Su arquitectura colonial y
su acústica cálida hacen que los coros suenen como plegarias íntimas.
En Salta, la
torre se eleva como llama que nunca se apaga. San Francisco guarda la memoria,
campana que repica la patria. Terracota y marfil se encienden, y el pueblo se
vuelve canto. Es un escenario donde la
historia argentina, la devoción franciscana y la belleza arquitectónica se
funden en un villancico eterno.

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